Quizá sea por tener una mentalidad de víctima, por mala actitud, o por no saber qué hacer para salir del hoyo en donde están.
Somos muchos los que luchamos constantemente contra esa negatividad que existe en el mundo, pero sobre todo, que existe dentro de nosotros.
Todos tenemos ese miedo de fracasar, del ¿qué dirán?, del no sentirnos suficientes.
Te entiendo. Yo estuve ahí muchos años.
Llegué a pensar que por ser becado, o por ser foráneo, o por no ser de familia con dinero nunca iba a lograr mis sueños.
Incluso me daba coraje ver a los juniors que tenían la vida “solucionada”.
Pero esa situación, sin darme cuenta, fue forjando mi carácter:
- me acerqué a Dios,
- luché por mis metas,
- pedí consejo, entre muchas otras cosas.
A partir del 2016 mi vida dio un giro inesperado: me volví viral perdonando a un ladrón, cumplí mi sueño de irme de intercambio a otro país, y me animé a crear contenido positivo en redes sociales. Nadie hacía videos de ese estilo en ese entonces. Al principio, mis videos los veían como 10 personas (contando a mis papás).